Llevo varios días que quiero hablar de este tema, pero por unas cosas o 
por otras nunca lo he hecho y ya no lo quiero dejar pasar más.
Ayer
 os hablaba sobre la carrera de informática y lo poco provechosa que me 
está siendo. Hoy quiero hablar sobre una persona que asiste a mi clase 
de Teoría de Autómatas y Lenguajes Formales. Es un chico joven (la 
verdad que todos son unos yogurines y yo voy para mayor), que va siempre
 acompañado por otro chico, algo más mayor. Hasta aquí todo normal. 
Alguien más que asiste a clase con un compañero... Hasta que empieza el 
profesor a hablar. Y ves como la persona que acompaña a este chico 
empieza a mover las manos de forma frenética... ¡¡¡Es sordo!!!
La
 carrera no es fácil, y menos en la UPM, pero si encima padeces alguna 
discapacidad, la dificultad debe aumentar de forma exponencial. Por eso 
desde aquí, chaval que no se como te llamas, chapeau.
 Tío, te admiro. Ser capaz de sacarte una carrera tan complicada sin 
poder escuchar lo que te dicen es para ponerte en un pedestal.
Supongo
 que el intérprete que acompaña a mi compañero está puesto por la 
universidad. Estas iniciativas son para aplaudirlas. No se si llevan 
mucho tiempo haciéndose y si se hacen en todas las universidad. Yo es la
 primera vez que lo he visto y me quedé bastante impresionado.
La
 verdad es que a veces no sabemos valorar la suerte que tenemos. Y son 
las cosas simples de la vida las que más importancia deberían tener y a 
las que menos atención les prestamos.
Parece que hoy me 
despertado sensible y me he convertido en un powerpoint de esos que 
llegan a patadas al buzón de correo. Que le vamos a hacer...
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